Quiero profundizar en el papel que tienen o que pueden tener las mujeres en el ejército, ya que estoy destinado dentro de una unidad del Ejército de Tierra. Esta noticia me pareció interesante, pese a referirse al ejército ucraniano, pues este tipo de problemas de discriminación a la mujer está presente en buena parte de los ejércitos de los diferentes países del mundo. El ámbito militar ha estado dominado tradicionalmente por los hombres, cediendo a la mujer sólo tareas secundarias. Pese a la progresiva integración de la mujer en los ejércitos, esta filosofía parece haberse mantenido en la gran mayoría de fuerzas armadas a lo largo y ancho del globo.
La principal desigualdad de género que se evidencia en la noticia es que existe un peligro para la integridad física y psicológica de la mujer dentro del ejército, cuestión que no ocurre con los hombres. Para las mujeres ucranianas que forman parte de las fuerzas armadas, el enemigo no sólo está fuera, sino que también puede encontrarse dentro de sus propias filas. Sus propios compañeros o superiores pueden amenazarla con un trato vejatorio o incluso a través de los intentos de agresión sexual. Cuando no es así, tampoco se encuentran en un escenario de igualdad, pues se les encomiendan las tareas de menor valoración social y prestigio, siendo relegadas a funciones subalternas o auxiliares.
Es evidente que la socialización diferenciada de niños y niñas influye en este tipo de comportamientos de discriminación por razón de sexo. Es interesante cómo en el artículo se menciona el origen del problema en la era soviética. Ya hace 30 años que cayó la Unión Soviética y parece que siguen reproduciéndose este tipo de comportamientos machistas. Esto se explica por la importancia que tiene la socialización, lo arraigado que se encuentran este tipo de rasgos en la cultura y la dificultad de cambiar la cultura de una sociedad en el corto plazo.
En este caso, es obvio que las mujeres han sido educadas y condicionadas para ayudar, cuidar y hacerse cargo de los hombres, mientras estos desarrollan las actividades productivas principales, ya sea en una fábrica o en la guerra, como es el caso.
Acabar con las desigualdades de género en ámbitos de un dominio masculino tan fuerte es muy difícil en el corto plazo. Tendría que trabajarse la educación desde la base y fomentarse un cambio en la cultura organizacional de los ejércitos. El caso de Israel es quizá un buen ejemplo de cómo se puede ayudar a la mujer a integrarse en el ejército, ocupando todo tipo de cargos en el mismo y en un alto porcentaje llegando a convertirse en oficiales.
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